Programa Revive Santiago
Laboratorio de Jardinería Urbana: rescate de la flora nativa

“Laboratorio de Jardinería Urbana” es el proyecto de las vecinas del Barrio Matta, Paulina Alvarado, Macarena Núñez y Agustina Hidalgo, que se enmarca en el Programa Revive Santiago, impulsado por la Ilustre Municipalidad de Santiago, junto a la SUBDERE y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la generación de redes de colaboración para la Innovación Polígono Matta-Madrid.
El proyecto que tiene como objetivo el generar incentivos para la creación de jardines urbanos y, a su vez, crear una red de jardineros que se preocupen de mantener y cuidar estas instalaciones, por medio de un modelo de innovación que integra la difusión y gestión del patrimonio, la sostenibilidad, la botánica, el territorio y la comunidad y la intervención del espacio público.

Este prototipo surgió gracias a que Paulina y Macarena, arquitectas de profesión, estaban realizando una investigación del mismo nombre y que posteriormente, se convirtió en un libro llamado Jardines Barrio Matta Sur. Sin embargo, ambas gestoras quisieron que esta información pudiera estar al alcance de todos los vecinos del barrio: “Mucha gente se acercó a nosotras preguntándonos si hacíamos asesorías en jardines urbanos o ayudarlos a construirlos a crear sus propios jardines”, recuerda Macarena.
A partir de esta oportunidad, sumaron a Agustina al equipo, quien es agrónoma experta en flora nativa, para sumar valor a un barrio que ya está declarado zona típica. “El proyecto partió desde una mirada multidisciplinaria. Desde una perspectiva académica, pero luego, fuimos ampliando la mirada hasta trabajar con los vecinos para construir sus propios jardines”, detalla Paulina.
De la experiencia de trabajar con los vecinos, cuentan que ha sido un gran desafío, ya que su proyecto estaba pensado como una instancia de trabajo presencial, sin embargo, lograron sortear estos inconvenientes, según cuenta Agustina: “Hemos acompañado a los vecinos, haciendo el acompañamiento online. Nos llegan más reportes de unos que de otros, pero es parte del aprendizaje. Saber cuál es la relación con la tecnología de algunos y saber cómo seguirá el desarrollo”.
Para solucionar esta problemática, enviaron un kit de flora nativa a los vecinos con seis plantas de fácil cultivo y con características favorecedoras para insectos polinizadores para que instalaran sus jardines. “Queríamos generar apego entre la persona que recibió el kit y la especie vegetal que plantó o más que la especie en sí misma, al espacio comunitario que hay en la calle”, explica Macarena.

También cuentan que fue un reto personal llevar a cabo este proyecto. “Fue un desafío llevar a la práctica algunos conceptos que ya habíamos leído o estudiado. Si bien la pandemia no nos dejó hacer todo, tenemos la idea de completar el ciclo del prototipo de manera presencial. Creo que a todas nos sacó de nuestras áreas de trabajo y nos metió a una que no conocíamos al cien por ciento”, detalla Paulina.
Para el futuro, esperan que el “Laboratorio de Jardinería Urbana” pueda “ser ser un semillero de flora nativa donde se puedan cosechar semillas y que se puedan llevar a otras partes de Santiago”, proyecta Agustina.
